Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha

CCOO considera "puro postureo" que CSIF y UGT denuncien "justo ahora" la congelación salarial que sufren las y los vigilantes de la ORA de Toledo

Toledo, 23 de mayo de 2018. CCOO considera "mero postureo" la denuncia de CSIF y UGT de la congelación salarial que sufren las y los vigilantes de la ORA de Toledo capital; que llevan con los mismos sueldos desde diciembre de 2014.

23/05/2018.

“La denuncia es extemporánea, pero además es muy difícil de creer y aún más difícil de digerir, puesto que fueron estos mismos sindicatos los que desde hace tres años han impedido negociar el convenio colectivo de la empresa Dornier, y los que se comprometieron con ella a no incrementar las retribuciones de la plantilla”, denuncia José Luis Arroyo, secretario general de CCOO-Toledo.

“Curiosamente, es ahora, cuando Dornier parece a punto de perder la contrata que ha mantenido durante más de una década con el Ayuntamiento de Toledo, cuando UGT y CSIF reclaman subidas salariales para las y los vigilantes de la ORA.”

El secretario general de CCOO-Toledo recuerda que el convenio colectivo de Dornier-Toledo caducó al finalizar 2014. “Desde entonces, CCOO comenzó a exigir a esta empresa la negociación y firma de un nuevo convenio colectivo que incluyera una subida salarial en los términos que establecía el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2015-2017.”

En aquella reivindicación, “CCOO no se vio respaldada por los otros dos sindicatos con presencia en Dornier-Toledo, CSIF y UGT, que en febrero de 2016 llegaron con la empresa a un acuerdo de despacho y carente de transparencia, por el que ambos sindicatos se comprometieron con Dornier a mantener los salarios congelados.”

Inmediatamente después, UGT, CSIF y Dornier promovieron la revocación de las dos delegadas sindicales de CCOO, sindicato que seguía exigiendo la negociación del convenio colectivo y denunciando la situación de congelación salarial y de precariedad laboral de la plantilla de la ORA, así como las deficiencias e irregularidades de Dornier en la prestación del servicio.

La revocación de las dos delegadas sindicales de CCOO se llevó a cabo el 23 de junio 2016, en una asamblea convocada en horario laboral, en las oficinas de la empresa, que facilitó los medios tanto para recabar firmas de apoyo a la revocación como para la realización de la asamblea. La revocación fue denunciada por CCOO y sigue pendiente de resolución judicial.

“Resulta muy llamativo que, con estos antecedentes, UGT y CSIF denuncien ahora lo que ellos mismos propiciaron y acordaron con la empresa: que la plantilla de vigilantes de la ORA lleven tres años largos con sus salarios congelados (2015, 2016, 2017 y lo que va de 2018)”

Además, el pliego de condiciones que reguló la nueva adjudicación de la ORA -pendiente de resolución definitiva, después de que Dornier recurriera la decisión inicial del Ayuntamiento de Toledo de optar por otra empresa- se basó en los salarios congelados desde diciembre de 2014 (900 euros/mes), “lo que cronifica la situación precaria de la plantilla e hipoteca la negociación colectiva futura.”

Por todo ello, “el conato aparentemente reivindicativo escenificado ayer por CSIF y UGT resulta tan extemporáneo como difícil de creer y de digerir”, señala Arroyo.

“Durante los más de diez años que Dornier ha gestionado la ORA de Toledo, CSIF y UGT nunca han denunciado nada ni reclamado nada en beneficio de las y los vigilantes. Todo lo contrario. Además de congelar los salarios, ha habido despidos en la empresa, a la vez que contrataciones discrecionales, y no han dicho nada. Incluso despidieron a una trabajadora afiliada a CSIF, y hubo un silencio sepulcral por parte de este sindicato.”

Por todo ello, e independientemente de que finalmente Dornier renueve la gestión de la ORA en Toledo o sea otra empresa la que asuma la contrata, “CCOO anima a la plantilla a reponer como representantes a sindicalistas de verdad, frente a los que les han vendido y hoy actúan con puro postureo”

CCOO también apela tanto al Ayuntamiento de Toledo como a los de Illescas, Torrijos y Quintanar de la Orden, que también tienen adjudicada la gestión de la ORA a Dornier, a cambiar cuanto antes de contrata. “Empresas así no pueden tener la concesión de un servicio público, porque no cumplen con su responsabilidad social con su plantilla”, concluye Arroyo.