Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha | 25 abril 2024.

"Las huelgas mineras de 1962"

    La huelga minera de Asturias de 1962 fue una huelga obrera que tuvo lugar en la primavera de 1962 durante el franquismo. Ya en 1957 y 1958 tienen lugar huelgas en el Pozo María Luisa y en las minas de Carbones La Nueva. En 1962, siete mineros fueron despedidos del Pozo San Nicolás (Nicolasa) de Mieres (Asturias) tras reivindicar mejoras laborales y salariales.

    05/04/2019.
    Las huelgas mineras de 1962

    Las huelgas mineras de 1962

    Fue el punto de partida de una huelga que duró entre abril y junio en las Cuencas Mineras asturianas, extendiéndose por Mieres, Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Gijón, etc. y más tarde a otras 27 provincias españolas, llegando sus repercusiones al extranjero.

    Las mujeres de las cuencas mineras jugaron un papel crucial organizando piquetes, cajas de resistencia, manifestaciones y sosteniendo los hogares, estas acciones desencadenaron una dura represión sobre ellas.

    A la vez que en Asturias, también en Francia y Bélgica se estaban llevando a cabo conflictos mineros aunque éstos eran legales al estar bajo regímenes democráticos. En ese momento las condiciones salariales de muchos mineros eran muy precarias, a pesar de las políticas paternalistas de Régimen, situación denunciada incluso por la Iglesia española.

    El Régimen, cuya máxima autoridad en Asturias era Marcos Peña Royo, respondió reprimiendo a las familias mineras que participaron en dicha huelga, además de la represión "silenciosa" y cruenta de las fuerzas del orden de la época, como la Guardia Civil. Fueron despedidos muchos mineros y, otros, fueron enviados fuera de Asturias.

    No obstante se atenderían a varias peticiones de los mineros, negociando el secretario general del Movimiento, José Solís Ruiz, directamente con Comisiones de Obreros elegidas por estos. Las peticiones aceptadas fueron publicadas en el BOE del 24 mayo de 1962.

    A la huelga le siguieron movimientos de protesta y apoyo en Madrid y Barcelona, así como concentraciones en varias ciudades europeas y americanas, haciéndose también eco de la misma los diarios Le Monde, New York Times o Il Corriere della Sera.

    Pablo Picasso inmortalizó en 1963, con un dibujo de una lámpara de mina, estos hechos. Aunó esfuerzos en la lucha democrática contra el Régimen y supuso el apoyo explícito de varios intelectuales, inusual hasta entonces, y común a partir de este momento hasta el final del franquismo.

    La huelga minera se convirtió en el mayor desafío político al que tuvo que enfrentarse el franquismo tras la Guerra Civil.

    De esta Huelga el Sindicato Vertical sale herido de muerte y nacen unas Comisiones de Obreros libremente elegidos. Un Nuevo Movimiento Obrero cuya filosofía dio lugar más tarde a las CCOO.