Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha | 27 abril 2024.

VESTAS Daimiel: el terror al despido por enfermedad laboral como arma de la multinacional danesa

    14 de mayo de 2019. La planta de fabricación de palas para aerogeneradores de VESTAS en Ciudad Real es, sin duda, el ejemplo más paradigmático de cómo una gestión de la prevención de riesgos, indigna de una multinacional, deteriora la salud de los trabajadores y trabajadores hasta límites insoportables y un ejemplo deleznable de cómo pretende la dirección ocultar esta realidad por medio del terror a la pérdida del empleo.

    14/05/2019.

    Los procesos productivos de la fabricación de palas con la utilización de epoxi-resinas y de numerosos productos químicos es común en todas las instalaciones y fábricas y cuando han aparecido problemas de asma, alergias y sensibilidad química otras empresas como Siemens Gamesa, Acciona, GE, etc. han tomado medidas preventivas y realizado inversiones importantes para paliar esta situación. Algunas empresas de equipos de prevención han desarrollado EPIs específicos para estas funciones. En julio de 2016, el parlamento danés trato el escándalo que supuso que 150 trabajadores de VESTAS y de SIEMENS enfermaran tal como ha sucedido en Daimiel y allí si se actuó para corregir la situación.

    Pero VESTAS no ha considerado en ningún momento andar este camino. Ha optado por la ocultar los datos, despedir a los enfermos y reprimir a quién haga pública esta situación. “Sin trabajo, sin salud, sin ingresos” titulaba la prensa de Ciudad Real un artículo de denuncia de las prácticas laborales de VESTAS llevada a cabo por los afectados por enfermedad profesional reconocida por la Mutua FREMAP y retirada la prestación con posterioridad. La Inspección de trabajo ha sancionado y requerido a la empresa varias veces tras las denuncias de CCOO. La última, en marzo de este año, por “una evaluación de riesgos confusa” que “no identifica los riesgos cuando las enfermedades profesionales aparecen en cualquier puesto de trabajo” sin “identificar a los trabajadores afectados”, minimizando los riesgos por contacto y absorción, etc. Y para acabar, VESTAS ha intentado, sin éxito, que la Mutua FREMAP realice una serie de pruebas médicas hospitalarias y de dudosa fiabilidad para seleccionar a los trabajadores en función de su sensibilidad aparente a ciertos tóxicos y “ posibles cancerígenos” empleados.

    El delegado sindical de CCOO en la planta ha sido despedido “telefónicamente” tras un periodo de baja por enfermedad relacionada con su trabajo en base a un reconocimiento médico de un servicio de prevención al servicio de la empresa y no de la salud, Quirón Prevención, que inicialmente calificó como “apto con limitaciones” y posteriormente sustituido sin que medie un nuevo acto médico por “no apto”. Una nueva irregularidad que sumar a la “comunicación preventiva telefónica” cuya finalidad y resultado es sumir en la angustia al afectado y mandar un mensaje, una amenaza al resto de la plantilla propia y a de la ETT que opera en la empresa para asegurar la dominación por el miedo, el terror a perder un trabajo.

    VESTAS no ha dudado en despreciar el artículo 22.4 y el artículo 25 de la Ley de Prevención de riesgos laborales que no permite el uso de la vigilancia de la salud con fines discriminatorios y que requiere a las empresas a buscar puestos de trabajo idóneos cuando hay trabajadores con limitaciones.

    CCOO de Industria ha activado todos los medios y recursos legales para evitar este atropello. Y el área de salud laboral estudia recurrir al artículo 316 del Código Penal que reza así: “Los que con infracción de las normas de prevención de riesgos laborales y estando legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan así en peligro grave su vida, salud o integridad física, serán castigados con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses”.