Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha | 19 abril 2024.

El Gobierno CLM ‘revoluciona’ la RPT del Personal Funcionario de la JCCM inflando la cúpula discrecional y reduciendo la base que presta los servicios públicos

    Toledo, 20 de septiembre de 2019. El Gobierno de CLM y las organizaciones sindicales representativas del personal funcionario de la JCCM, CCOO, CSIF, UGT y STAS, hemos mantenido durante dos jornadas consecutivas una amplísima reunión de la Mesa Sectorial en la que la consejería de Administraciones Públicas ha revolucionado, a nuestro juicio para mal, la RPT del Personal Funcionario de la Administración Autonómica.

    20/09/2019.

    En resumen, el Gobierno ha incrementado de forma sustancial el número de plazas de libre designación (118 plazas netas con un coste de 4.297.032 euros); ha creado 16 nuevas plazas de personal eventual (que no tiene ni que ser funcionario) con un coste de 903.050 euros; y ha suprimido 30 plazas netas de Concurso General (funcionarios), con un ‘ahorro’ neto de 765.289 euros.

    Salvo en algunas plazas puntuales, CCOO ha votado en contra de todos estos cambios; cuya creación (plazas de eventuales y libre designación) o supresión (plazas de concurso general) no se ha justificado con la memoria preceptiva. CCOO, como ya anunció en la Mesa, se reserva la decisión de impugnarlas judicialmente.

    El sindicato sí votó a favor de la creación de 165 plazas derivadas de la ejecución de programas de carácter temporal. La creación de estas plazas, que ya había sido acordada en la pasada legislatura, no tiene repercusión económica, pues son puestos de trabajo que ya se venían ocupando los últimos cuatro años y por tanto ya contaban con previsión presupuestaria.

    El Gobierno aprovechó que la creación de estas plazas era urgente y obligada para mantener los servicios que se prestan desde ellas, para acometer todos los demás cambios en la RPT; de los que nos informó con muy poquita antelación, aportando una maraña ingente de documentos que apenas tuvimos tiempo de analizar y que, a la postre, no justifican -insistimos: es nuestra opinión y no descartamos elevarla a los tribunales- ni la supresión de plazas de funcionarios absolutamente necesarias; ni la creación de plazas de libre designación arguyendo únicamente una supuesta “mejora en la eficiencia y la eficacia”; ni mucho menos la creación de plazas de personal eventual, fundamentalmente “asesores (o asesoras, suponemos) de comunicación” que se ocuparán de llevar las redes sociales de cada una de las consejerías, a razón de 55.000 euros anuales (más gastos sociales) por cabeza.

    Los cuatro sindicatos con presencia en la Mesa reclamamos que se tratasen los programas temporales y se retiraran del orden del día el resto de los puntos. Todos insistimos que era preferible posponer el resto de los cambios en la RPT para garantizar la seguridad jurídica de cada uno de ellos, mejorando la documentación asociada y analizando en profundidad la verdadera necesidad, o no, de crear o suprimir plazas. El Gobierno se cerró en banda.

    Nos quedamos en la Mesa por dos motivos: El primero, para asegurar que los programas temporales salían adelante. El segundo, porque nuestra obligación era intentar salvar cuantas nos fuera posible -con mucho esfuerzo, fuimos capaces de contener algunas. Y el tercero, pero no menos importante, para poder impugnar las modificaciones de la RPT que consideramos que no se ajustan a derecho por distintos motivos, ya sea por falta de negociación, falta de motivación o justificación o falta de informe o memoria presupuestaria.

    Ahora toca esperar a la publicación de la nueva RPT, pero no sin hacer nada. Toca, en ello estamos ya, analizar los puntos flacos de la negociación para intentar parar judicialmente lo que el Gobierno no ha querido parar ni negociar en la mesa. Y toca seguir reclamando la reposición de sus derechos a los 9.000 funcionarios y funcionarias de la JCCM que siguen acudiendo enfermos al trabajo para no perder 500 euros, que siguen sin carrera profesional, que siguen con funciones no retribuidas, con la negociación de la RPT secuestrada y sin expectativas de futuro. Toca seguir reclamando esto, y planificando las estrategias de presión o movilización necesarias para conseguirlo.